En el siempre impredecible escenario del fútbol italiano, donde las expectativas a menudo superan a la paciencia, Massimiliano Allegri, el estratega al mando del AC Milan, ha vuelto a recordarnos una verdad inmutable: la temporada, para él, no se mide por las primeras escaramuzas, sino por la capacidad de navegar la tormenta. Con una mezcla de sabiduría pragmática y un toque de su característico escepticismo, Allegri declaró que la temporada de su equipo «prácticamente comienza hoy», refiriéndose al crucial encuentro contra el Bologna tras la pausa internacional.
El Pragmatismo del Maestro: Demasiadas Variables en el Fútbol
Allegri, conocido por su enfoque mesurado y su aversión a los grandes titulares, se presentó ante la prensa con la tranquilidad de quien ha visto más de lo que la mayoría puede recordar. Sus palabras resuenan con la experiencia de años en los banquillos: “Hay demasiadas variables en el fútbol”, sentenció. Esta frase, que podría parecer una obviedad, es en realidad la piedra angular de su filosofía. No es sobre la brillantez individual inicial o la euforia prematura; es sobre la resiliencia, la adaptación y la gestión de lo inesperado.
El inicio de la temporada 2025-26 para el Milan ha sido, cuanto menos, agridulce. Una sorprendente derrota por 2-1 en casa frente al recién ascendido Cremonese, seguida de una convincente victoria por 2-0 a domicilio contra el Lecce. Dos caras de una misma moneda, que para Allegri, son solo el preludio. El verdadero examen, el “inicio” oficial, llega contra un Bologna ya consolidado en la parte alta de la tabla, un equipo que exige velocidad, técnica e intensidad. Un duelo que, sin duda, pondrá a prueba la verdadera ambición rossonera.
La Nueva Armada Rossonera: Integración y Expectativas
El AC Milan ha experimentado una renovación significativa. Allegri se mostró “muy contento con la plantilla disponible”, destacando el “buen equilibrio entre juventud y experiencia”. La directiva ha trabajado con astucia en el mercado de fichajes, incorporando nombres que prometen dinamizar el juego rossonero, aunque su integración requiere tiempo y paciencia:
- Adrien Rabiot (procedente del Marsella): Físicamente en buena forma, su experiencia y calidad en el mediocampo serán vitales. Allegri ya había tenido contacto con él en junio, lo que sugiere una planificación cuidadosa y su papel como un pilar en la estrategia.
- Christopher Nkunku (del Chelsea): Una incorporación de peso, aunque Allegri advierte que “físicamente está más atrasado” y probablemente solo tiene “25-30 minutos en sus piernas”. Su integración será gradual, pero su potencial para desequilibrar partidos es innegable.
- Santiago Giménez: El delantero mexicano, llegado durante la temporada, necesita tiempo para adaptarse a la Serie A y al esquema del Milan. Allegri confía en que tendrá una “excelente temporada”, un pronóstico que, viniendo de él, no es cosa menor.
- Otros jugadores como Estupiñán y Christian Pulisic están en buena forma, aportando opciones valiosas. Sin embargo, la lesión de Rafael Leao en el sóleo es un revés significativo, dejándolo fuera para los partidos contra Bologna y, “muy probablemente”, contra el Udinese. Una baja sensible que pondrá a prueba la profundidad del equipo y la capacidad de Allegri para reajustar su plan táctico.
Más Allá de los Nombres: La Cohesión como Credo
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que el Milan tuviera un puesto “garantizado” en el top cuatro de la Serie A si hubieran fichado a Dusan Vlahovic de la Juventus, Allegri esbozó una sonrisa que denotaba cierta ironía. “Me hace sonreír cuando la gente dice que se gana con un tipo y no con otro”, comentó. “El inesperado siempre está a la vuelta de la esquina. Todo lo que podemos hacer es trabajar con mucha pasión para intentar crear las condiciones necesarias para poder ganar partidos. El resto es todo charla“.
Esta declaración encapsula la esencia de su método: la convicción de que el éxito no reside en la contratación de un “salvador” individual, sino en la construcción de un colectivo robusto, capaz de absorber los golpes y crecer unido. Su objetivo sigue siendo claro: “volver a la Champions League”, una meta que, según él, se decide en los meses decisivos de la temporada, “de marzo a mayo”. Es en esa fase final donde la verdadera fortaleza del equipo sale a relucir.
El Camino por Delante: Calma, Confianza y Hombros Anchos
Allegri subraya la importancia de “trabajar con calma y confianza”, dando pasos firmes hacia el objetivo. La temporada es un maratón, no un sprint. “Tenemos que crear los cimientos para asegurarnos de estar en el partido cuando tengamos partidos decisivos. Tenemos que tener los hombros anchos, porque habrá momentos difíciles”, afirmó. Para él, la calidad de un equipo no se mide por la victoria o la derrota puntual, sino por su capacidad de encontrar cohesión, especialmente con diez caras nuevas en la plantilla. El técnico es optimista al respecto, consciente de que “cuanto más jueguen juntos, más crecerán”.
Incluso ante la exótica idea de un partido del Milan-Como en Australia, Allegri mantiene la calma: “Hay organismos competentes que deciden estas cosas… hay que aceptar y gestionar el momento”. Una metáfora perfecta de su aproximación al fútbol: aceptar las circunstancias y encontrar la manera de triunfar, sin importar dónde se juegue o qué variables se presenten. Una filosofía simple, sí, pero probada y efectiva en un deporte que adora complicar lo evidente.
La temporada 2025-26 para el AC Milan bajo Massimiliano Allegri se presenta como un lienzo en blanco, listo para ser pintado con trabajo duro, adaptabilidad y una fe inquebrantable en el proceso. El camino será largo y lleno de “variables”, pero con Allegri al timón, la brújula apunta firmemente hacia la Champions League, paso a paso, con la serenidad de quien sabe que el verdadero éxito se forja en la constancia, y no en los fuegos artificiales iniciales. El partido contra el Bologna es solo el primero de muchos “comienzos” en esta apasionante travesía.