Tiago Santos estaba destinado a convertirse en una pieza clave del Lille esta temporada. El joven lateral derecho había impresionado en la primera mitad del año, ganándose un puesto titular bajo la dirección de Paulo Fonseca.
Sus actuaciones destacadas y su velocidad en el ataque hicieron de Santos una amenaza constante para las defensas rivales. Junto a Edon Zhegrova, formaban un dúo imprevisible que causaba estragos en los oponentes.
El surgimiento de Santos planteó un dilema para el nuevo entrenador Bruno Génésio, especialmente tras la llegada del experimentado Thomas Meunier. Génésio incluso experimentó con formaciones para incluir a ambos jugadores.
El punto álgido de Santos llegó en la victoria del Lille por 1-0 contra el Real Madrid en la Champions League, donde demostró madurez y disciplina defensiva. Sin embargo, poco después sufrió una lesión de ligamento cruzado en un entrenamiento, poniendo fin a su temporada 2024.
Esta lesión llegó en un momento crucial, justo cuando Santos comenzaba a llamar la atención de la selección portuguesa. Roberto Martínez lo había convocado por primera vez para un partido de la Nations League contra Escocia en septiembre, aunque no llegó a debutar.
La lesión ha interrumpido el ascenso meteórico de Santos, pero a sus 21 años, aún tiene un futuro prometedor por delante si logra recuperarse completamente.