El Manchester United, un club sinónimo de gloria y éxito en el fútbol inglés, se encuentra sumido en una profunda crisis que ha puesto en tela de juicio no solo su dirección deportiva, sino también el futuro de sus jóvenes talentos. La llegada de Rubén Amorim hace casi un año prometió un nuevo amanecer, pero la realidad en Old Trafford ha sido, para muchos, una decepción monumental.
Rubén Amorim, el estratega al frente de un United en horas bajas.
Un Balance Poco Halagador y Decisiones Cuestionables
Desde su nombramiento, el técnico portugués ha cosechado una tasa de victorias del 38% en 47 partidos, una estadística que dista mucho de las expectativas de un gigante como el United. El colofón a esta primera temporada ha sido un vergonzoso decimoquinto puesto en la Premier League, el más bajo desde la fundación de la división en 1992. Un registro que invita a la reflexión y, francamente, a la preocupación.
Pero más allá de los números en el campo, las decisiones de Amorim fuera de él han encendido las alarmas y generado una considerable controversia. Parece que en Old Trafford, la máxima de “no cambies lo que funciona” ha sido reinterpretada como “cambia lo que sea, incluso si funciona”.
El Enigma Rashford: Un Talento Desterrado
El caso de Marcus Rashford, un hijo pródigo de la academia del United con más de 400 apariciones, es un claro ejemplo de la gestión de Amorim. Tras un inicio prometedor bajo su tutela, que incluyó el primer gol de su era contra el Ipswich Town, Rashford fue inexplicablemente relegado. De ser una figura clave, pasó a entrenar con el equipo juvenil, un destino que pocos habrían imaginado para un jugador de su calibre. Sus posteriores cesiones al Aston Villa y, más recientemente, al Barcelona (con opción de compra), han dejado perplejos a propios y extraños.
Marcus Rashford, una figura clave del United, relegado y cedido.
La ironía, que a veces tiene la gracia de un puñetazo en la cara, es que Rashford ha comenzado a brillar con luz propia en Barcelona. Dos goles en una victoria de la Champions League contra el Newcastle United son una muestra contundente de que su talento no solo sigue intacto, sino que florece cuando se le da la oportunidad. Un recordatorio amargo para los aficionados del United sobre lo que Amorim ha dejado escapar.
La Rigidez Táctica: Un Sistema Inquebrantable
Otro punto de fricción es el sistema táctico de Amorim. Su inamovible formación 3-4-2-1 no ha dado los frutos esperados, dejando al equipo vulnerable y desestructurado. Lo más alarmante es la inflexibilidad del técnico. Tras una dolorosa derrota en el derbi de Manchester, Amorim declaró que no se movería de su filosofía, sugiriendo que el club tendría que cambiar de entrenador antes de que él cambiara sus ideas. Una declaración audaz, casi desafiante, que en el contexto actual suena más a un epitafio que a una promesa.
La expresión de Amorim refleja la tensión en el banquillo de los Red Devils.
Esta obstinación ha tenido un impacto directo, especialmente en el mediocampo, donde la pareja central se ve constantemente superada por la presión del rival. Es como intentar encajar una pieza cuadrada en un agujero redondo, con resultados predecibles y frustrantes.
La Promesa Olvidada: El Caso Kobbie Mainoo
Y si el caso Rashford es un lamento, el de Kobbie Mainoo es un presagio. Este joven de 20 años irrumpió la temporada 2023/24 como una de las mayores promesas de la cantera, dejando momentos imborrables: goles de última hora contra el Wolverhampton Wanderers y una diana en la final de la FA Cup contra el Manchester City. Parecía el próximo gran talento en salir de la prolífica academia del club.
Kobbie Mainoo, el joven centrocampista que ha visto frenado su ascenso.
Sin embargo, bajo la batuta de Amorim, su progresión se ha estancado. Sus minutos en liga se han reducido drásticamente, con tan solo 20 titularidades en la temporada 2024/25, y apenas 73 minutos jugados en la actual campaña de la Premier League. Jugadores como Manuel Ugarte y Casemiro, si bien experimentados, parecen tener prioridad, a pesar de que Mainoo ha demostrado estadísticas sólidas, como una precisión de pase del 87%, 1.7 oportunidades creadas y 1.3 regates exitosos por cada 90 minutos en la temporada anterior. Un talento “fenomenal”, como lo describió Andy Townsend, que languidece en el banquillo. La historia se repite, pero esta vez, con un protagonista diferente.
¿Qué Le Espera a Old Trafford?
La situación es insostenible. El Manchester United no puede permitirse el lujo de sacrificar a sus jóvenes promesas ni de mantenerse aferrado a una filosofía que no da resultados. Las preguntas sobre el futuro de Rubén Amorim son cada vez más fuertes y la paciencia de la afición se agota. Si el declive continúa, la directiva podría verse obligada a tomar una decisión drástica para evitar que la tormenta en Old Trafford se convierta en un huracán devastador. El legado de Amorim podría no ser de títulos, sino de oportunidades perdidas y talentos desaprovechados.