A pesar de las recientes llegadas de Igli Tare y Massimiliano Allegri, que parecían encarrilar al Milan, la sorpresiva y dolorosa marcha de Reijnders ha ensombrecido el panorama. Actualmente, el mercado `rossonero` da la impresión de ser una campaña de salidas más que de incorporaciones.
El club parece haber quedado estancado en torno a la situación de dos de sus jugadores clave: Mike Maignan y Theo Hernández. En cuanto al lateral francés, la esperanza es recibir una oferta lo más alta posible, aunque es improbable que alcance los 30 millones de euros más variables que ofreció Al-Hilal. El Milan ya no se encuentra en una posición de fuerza para imponer sus condiciones, del tipo “o pagan esto o se queda”, ya que la opción de retener a un jugador a disgusto podría tener consecuencias negativas en el rendimiento del equipo. Theo ha demostrado en el pasado una actitud menos comprometida si no se siente parte central del proyecto o en armonía con el entorno y la directiva. En este caso, sería preferible ceder algo económicamente con tal de traspasarlo, en lugar de arriesgarse a que se convierta en una “manzana podrida” dentro del vestuario. La estrategia seguida con su representante fue un error; debieron haber mantenido una buena relación y coordinar los pasos, en lugar de llegar a la ruptura actual. El Milan no saldrá victorioso de esta situación, pero debe esforzarse por minimizar los daños.
El caso de Maignan podría ser distinto, si bien la gestión de su renovación también ha sido deficiente. Después de que el Chelsea no llegara a un acuerdo con el Milan, es importante señalar que todavía puede pasar de todo en los próximos meses de mercado. ¿Sería un problema si se marchara libre dentro de un año? Desde el punto de vista financiero, sin duda. Desde la perspectiva deportiva, quizás no. El portero posee un nivel de profesionalidad superior al de Theo, lo que permite pensar en un último año de buen rendimiento antes de una eventual salida.
En resumen, el inicio del verano no está siendo prometedor para el Milan. Y la posible llegada de Modric, como hemos dicho antes, debería ser solo la guinda de un pastel que, en este momento, no solo no parece apetitoso, sino que incluso da la sensación de estar perdiendo piezas importantes.