La resaca del descenso del Montpellier HSC a la Ligue 2 sigue dejando movimientos en la plantilla. Como era de esperar, la pérdida de categoría no solo afecta el orgullo deportivo, sino que también sacude los cimientos económicos y provoca que los jugadores comiencen a mirar otras opciones.
El ambiente en La Paillade no era precisamente un remanso de paz ya antes de consumarse el descenso. Las palabras del presidente del club al final de la temporada, afirmando que “hay gente cuya historia con el club ha terminado, pase lo que pase” y que se iba a empezar “sobre una base sana con gente sana, gente que quiera luchar por su club y no gente que simplemente esté aquí por su propio interés”, dejaron claro que se avecinaba una limpia. Unos comentarios… directos, por decir lo menos.
En este contexto de reestructuración, uno de los nombres que parece estar en la agenda de otros clubes es el del defensor central Modibo Sagnan, de 26 años.
Sagnan fue un jugador relativamente importante en la desastrosa campaña del Montpellier, participando en 27 encuentros e incluso dándose el lujo de anotar dos goles (algo que no se espera habitualmente de un central, pero se agradece cuando la cosa va mal). Su presencia en el campo fue constante, lo que sugiere que, a pesar del resultado colectivo, se le consideraba una pieza válida.
Según reportes, un club turco, concretamente el Çaykur Rizespor, ha formalizado una oferta por el jugador. Esta propuesta pone al Montpellier en una encrucijada. Por un lado, Sagnan tiene contrato hasta 2028, lo que otorga al club una posición de fuerza en la negociación. Venderlo podría significar una inyección de capital necesaria para afrontar los desafíos de la Ligue 2 y reconstruir el equipo. Por otro lado, Modibo Sagnan, con su experiencia y su rol en la defensa, podría ser un elemento clave para intentar un regreso rápido a la máxima categoría.
La pregunta que flota en el aire es si el Montpellier aceptará la oferta. ¿Es Sagnan uno de esos jugadores cuya “historia ha terminado” según la visión presidencial, o se le ve como parte fundamental de esa “base sana” que debe luchar por el club en la división de plata? De momento, la respuesta no está clara.
La posible marcha de Sagnan es uno de los primeros síntomas de la convulsión que vive el Montpellier. El mercado de verano apenas comienza, pero ya muestra que el camino de regreso a la Ligue 1 estará lleno de decisiones difíciles, no solo en el campo, sino también en los despachos.