El mercado de fichajes sigue siendo un campo de batalla, y la saga de Victor Osimhen, el talentoso delantero nigeriano del Napoli, añade un nuevo capítulo. Reportes recientes indican que el club italiano ha desestimado una oferta considerable proveniente de Turquía, específicamente del Galatasaray. Pero, como suele ocurrir en el intrincado mundo del fútbol, el diablo está en los detalles… o en los millones y los plazos de pago.
La propuesta del Galatasaray ascendía a unos nada despreciables 70 millones de euros. Una cifra importante, sin duda. Sin embargo, la operación venía acompañada de una estructura de pago que no convenció a la directiva napolitana: cinco cuotas distribuidas a lo largo del tiempo. Para el Napoli, esto representa una dilación inaceptable para una venta de este calibre.
El Precio no Negociable y la Estrategia del Napoli
La postura del Napoli ha sido constante: la valoración de Osimhen, al menos tras la expiración de su cláusula de rescisión (que ya no es un factor limitante), se mantiene firme en los 75 millones de euros. Aunque la presión por la cláusula ha desaparecido, permitiendo mayor flexibilidad en la negociación, el club partenopeo no parece dispuesto a ceder en el monto total.
Más allá de la cifra, el gran escollo parece ser el calendario de pagos. Mientras el Galatasaray propone cinco plazos, el Napoli busca que el grueso del dinero ingrese en sus arcas de forma más rápida, idealmente en solo dos pagos. La diferencia entre recibir 70 millones en cinco años o 75 millones en uno o dos es sustancial para la planificación financiera y la capacidad de reinversión del club italiano.
Garantías Financieras: El Último Filtro
Pero las complicaciones no terminan ahí. Aunque el Galatasaray ha manifestado su disposición a presentar las necesarias “cartas de crédito” o garantías bancarias para asegurar los pagos futuros, el Napoli, con la cautela que suele caracterizar a su presidente, Aurelio De Laurentiis (a veces con un toque de excentricidad digna de guion cinematográfico), exige una revisión exhaustiva de toda la documentación legal por parte de sus abogados. En el fútbol moderno, las garantías son tan importantes como la cifra en sí misma, para evitar desagradables sorpresas.
Esta información, reportada por fuentes solventes en el mercado de fichajes como Fabrizio Romano y Gianluca Di Marzio, subraya que la negociación, aunque activa, se encuentra estancada en puntos clave: el monto final y, crucialmente, la forma en que se pagaría. El Napoli valora a su activo y, al no tener la urgencia que imponía la cláusula, puede permitirse negociar con mayor rigor técnico y financiero.
En definitiva, la oferta de 70 millones del Galatasaray, repartida en cinco cómodos plazos, ha sido considerada insuficiente y poco conveniente por el Napoli. El club italiano insiste en su valoración de 75 millones y prefiere una estructura de pago mucho más ágil. La pelota, o mejor dicho, el maletín de dinero, sigue en el aire, a la espera de si el club turco (o cualquier otro pretendiente) decide mejorar su propuesta tanto en cantidad como en condiciones. La “Novela Osimhen” promete más capítulos.