En el minuto 12 del partido de la jornada 23 de La Liga entre el Real Madrid y el Atlético (1-1), con el marcador 0-0, el árbitro César Soto Grado cometió un error al no sancionar disciplinariamente a Jude Bellingham y no expulsarlo. En esa jugada, al jugador del Real Madrid no le gustó la decisión del segundo asistente del árbitro y lo insultó con lenguaje inapropiado.
No es la primera vez que Bellingham se comporta así con los árbitros. Por ejemplo, en septiembre del año pasado, al final del partido de la jornada 6 entre el Real Madrid y el Espanyol (4-1), insultó a José Luis Munuera Montero, sonrió y continuó jugando, evitando la expulsión.