Diez años después de lograr su primer triplete en Berlín, Luis Enrique ha regresado a Alemania y ha conquistado el continente de forma aún más rotunda. El técnico asturiano, quien previamente había expresado su motivación por ser el primer entrenador en llevar al club parisino a la cima del fútbol europeo, lo ha conseguido con un equipo caracterizado por su dinamismo y altruismo. Désiré Doué, que a sus 19 años firmó una actuación memorable en poco más de una hora, es el ejemplo perfecto de esta filosofía.
El conjunto parisino pudo haberse beneficiado de una preparación más tranquila, ya que habían asegurado el título de la Ligue 1 con dos meses de antelación y encontraron poca resistencia en la final de la Copa de Francia contra el ya descendido Reims. Por su parte, los hombres de Simone Inzaghi habían luchado hasta la última jornada por el Scudetto de la Serie A.
Los Nerazzurri llegaron a la capital bávara reforzados por los regresos de su capitán Lautaro Martínez y del francés Benjamin Pavard, ambos recuperados de lesiones que los marginaron desde las semifinales. Luis Enrique, por su parte, solo realizó un cambio en su once habitual, optando por Désiré Doué en la línea de ataque en lugar de Bradley Barcola.
El dominio inicial del PSG se tradujo en oportunidades para Doué y Dembélé que fueron atajadas por Sommer, antes de que una brillante combinación de pases abriera el marcador superados los diez minutos. Vitinha, como ha sido habitual esta temporada, fue fundamental en la jugada, combinando con Kvaratskhelia antes de habilitar a Doué. Con espacio y tiempo en el área, el joven francés asistió a Achraf Hakimi para que marcara a puerta vacía contra su antiguo equipo.
Incapaces de igualar la intensidad del PSG, los italianos fueron castigados al contragolpe minutos después. Esta vez, Doué culminó una rápida transición liderada por Dembélé con un disparo desviado que superó a Sommer. El Inter tuvo algunas llegadas sin mayor peligro hacia el final de la primera parte (destacando un cabezazo por encima del larguero tras un duelo aéreo con Kvaratskhelia), pero la abrumadora intensidad de sus oponentes fue la tónica dominante.
La segunda mitad comenzó de manera similar, con Khvicha Kvaratskhelia generando peligro en dos ocasiones que la defensa del Inter, a pesar de todo, logró neutralizar. El golpe definitivo llegó a la hora de partido, cuando Désiré Doué marcó su segundo gol, colando el balón bajo Sommer tras recibir un pase de Vitinha. El gol de Kvaratskhelia diez minutos más tarde, asistido por Nuno Mendes, selló una goleada que reflejó el absoluto dominio de los parisinos en el marcador final de 5-0.
Casi década y media después de la adquisición por QSI, el PSG finalmente ha alcanzado la cima del fútbol europeo, y lo ha hecho notablemente sin las grandes estrellas que marcaron la era hasta este verano. Es simbólico que Désiré Doué haya sido la figura destacada del partido, un jugador que encapsula perfectamente la temporada del PSG: un inicio lento e incierto, antes de explotar con fuerza a principios de año.