Una noticia bomba sacudió la capital francesa esta mañana. Según un informe de Agence France Presse, el presidente del Paris Saint-Germain, Nasser Al-Khelaifi, fue acusado formalmente el 5 de febrero por “complicidad en la compra de votos e infracción de la libertad de voto”, así como por “complicidad en abuso de poder”. Este caso está relacionado con el empresario francés Arnaud Lagardère y un presunto intento de influir en una votación crucial por parte del fondo soberano qatarí, que era accionista de su grupo.
La noticia de los cargos contra Al-Khelaifi resonó claramente en Doha, y funcionarios qataríes amenazaron con retirar inversiones de Francia, incluyendo BeIn Sports y Paris Saint-Germain. Esta información proviene de un informe del periodista de RMC Sport, Arthur Perrot.
“Los qataríes están hartos de estos abusos. Procedimientos legales falsos, chantajes, críticas diarias, ser culpados por la incompetencia total de otros; cada problema en Francia es culpa suya. Cada vez que intentan ayudar, supuestamente es por ‘poder blando’. Esto es puro abuso, y todos están hartos”, declaró una fuente cercana al gobierno qatarí a RMC Sport.
No es la primera vez que Al-Khelaifi es objeto de procesos legales. Su acusación por corrupción en las candidaturas de Qatar para los Campeonatos Mundiales de Atletismo de 2017 y 2019 fue desestimada en febrero de 2023 por el Tribunal de Casación de Francia, que dictaminó que la justicia francesa no tenía jurisdicción sobre el asunto. Los jueces parisinos también están investigando acusaciones de secuestro y detención en Qatar, supuestamente involucrando al lobista franco-argelino Tayeb Benabderrahmane. Al-Khelaifi negó estas acusaciones y presentó una contrademanda.