El Girona y el Espanyol se enfrentan de nuevo en un derbi catalán con ambiente de Primera División, aunque llegan al partido en momentos diferentes. El Espanyol está animado tras sus recientes resultados, mientras que el Girona necesita urgentemente ganar para mejorar su situación. El resultado de este partido es crucial para las aspiraciones del Girona en lo que queda de temporada, ya sea para mirar hacia arriba o para preocuparse por mantener la categoría.
Disfrutar o sufrir, esa es la cuestión
El Girona ha pasado de jugar en categorías inferiores a competir en la élite del fútbol español, gracias a la inversión económica y el apoyo del City Group, así como a una buena gestión directiva y un buen trabajo del entrenador. A pesar de esto, según Quique Cárcel, el ascenso no ha sido fácil, como demuestra la actual temporada, en la que han tenido que ajustar sus expectativas tras su gran campaña anterior en LaLiga. “Hay momentos de sufrimiento, pero lo primero que pienso es que estoy disfrutando”, confiesa. También admite que el equipo está notando el cansancio: “No estamos jugando tan bien como quisiéramos, incluso con más descanso. La Champions nos ha enseñado que creíamos estar preparados, pero la realidad es diferente”.
Una temporada exigente y el fantasma del descenso
En las últimas semanas, los resultados no han acompañado al Girona, recordando situaciones pasadas. Se le recuerda a Cárcel que en la temporada 2018-19, en este punto de la temporada, el equipo estaba en una situación similar y terminó descendiendo. “Es importante aprender de la experiencia. Ahora tenemos una plantilla más competitiva y debemos asegurar los partidos pronto para evitar sorpresas”, explica Cárcel.
Un derbi con más rivalidad
Sobre el partido contra el Espanyol, el director deportivo advierte: “Será un partido muy difícil. Tienen estilos diferentes, pero ellos en casa tienen mucha capacidad para atacar rápido. Además, ellos están en su mejor momento y nosotros no”.
La rivalidad entre ambos equipos ha aumentado en los últimos años, algo que Cárcel considera normal. “Sí, es bonito, pero el Espanyol tiene una gran historia, y el Girona está creciendo. Les tengo mucho respeto. Que el Espanyol estuviera en Segunda y el Girona en Primera quizás no gustó o no se aceptó. Pero el lugar del Espanyol es Primera, y el Girona tiene que seguir trabajando para estar ahí”, afirma.
Expectativas y realidad
El Girona ha acostumbrado a sus aficionados a tener grandes sueños, pero Cárcel pide moderación y realismo: “El equipo quedó séptimo y la gente no estaba contenta porque quería revivir lo del año pasado. Pero hay que ser realistas: lo que hicimos fue espectacular, pero no es fácil repetirlo cada año”.