El Stade Océane de Le Havre fue testigo de escenas de júbilo el sábado por la noche. Aunque el partido en sí sufrió un retraso de 30 minutos, esto permitió al Marsella (OM) conocer su destino al entrar en las etapas finales del encuentro: una victoria aseguraría la clasificación para la Liga de Campeones después de una serie de resultados favorables en otros partidos.
Un potente disparo lejano de Mason Greenwood en el minuto 85, seguido por el gol de Amine Gouiri en el tiempo de descuento, provocó una explosión de alegría entre Les Olympiens mientras De Zerbi, su cuerpo técnico y los jugadores se dirigían rápidamente hacia el rincón de los aficionados marselleses desplazados.
Tras el partido, Roberto De Zerbi expresó su inmensa felicidad. “Estoy muy, muy feliz por los jugadores, por el club, por los aficionados, por la ciudad de Marsella, que es una ciudad que vive para el fútbol”, declaró.
El técnico italiano añadió que conseguir una posición alta (terminar segundos) dadas las circunstancias, sentía que era “más que un milagro, sinceramente”. Mencionó los numerosos problemas enfrentados, incluyendo un equipo completamente reestructurado, algunas decisiones arbitrales equivocadas en su contra, derrotas dolorosas y polémicas que, según él, a veces fueron inventadas por los periodistas.
Al regresar a la región de Provenza, los jugadores y el cuerpo técnico del Marsella fueron recibidos por una multitud de aficionados en el aeropuerto de Marsella Provenza. Allí, De Zerbi fue fotografiado sosteniendo una bengala frente a sus jugadores. Esta imagen sin duda reafirmó su declaración previa a DAZN esta temporada, donde afirmó haber “nacido como un ultra”.